miércoles, julio 22, 2009

La sed de petróleo de China

Por Pablo M. Díez. Corresponsal en PekínFuente: abc.es 21/07/2009

Las grandes petroleras chinas, CNPC y CNOOC, han puesto sus ojos en Repsol y su filial argentina, YPF. Debido a su pantagruélica necesidad de energía para seguir alimentando su crecimiento económico, las firmas estatales del gigante asiático se han lanzado al exterior con el propósito de asegurarse en el futuro sus suministros de crudo y gas natural. Según los cálculos realizados por la Agencia Internacional de la Energía, la demanda china de petróleo aumentará durante el próximo año un 4,2%, lo que supone un considerable incremento con respecto a la subida del 1% prevista para el presente ejercicio. En sus últimas previsiones, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) vaticina que, tras dos años de continuas disminuciones, la demanda de crudo aumentará en medio millón de barriles diarios en 2010.
En medio de la crisis que actualmente azota a Estados Unidos y Europa, una vez más tirarán del carro del consumo las economías emergentes, como la India, Oriente Medio, Latinoamérica y China. En concreto, la demanda en el gigante asiático se incrementará en unos 300.000 barriles al día, lo que explica la salida al exterior de sus compañías no sólo petroleras, sino también de otros recursos energéticos.Así, a los planes de CNPC y CNOOC en Repsol-YPF se suman la ofensiva de Chinalco sobre la minera Rio Tinto y la compra de ADDAX por parte de Sinopec.
El año pasado, el consumo de productos refinados del petróleo creció un 11,9% en China hasta alcanzar los 215 millones de toneladas. Para este año, se espera un consumo de 379 millones de toneladas de petróleo, 64,4 millones de toneladas de gasolina, 144 millones de toneladas de diesel y 13,1 millones de toneladas de queroseno.
En constante pugna con Estados Unidos, China ha extendido sus tentáculos por todo el globo porque la próxima Guerra Fría ya no será por la supremacía militar, sino por el control de los recursos naturales. En los últimos tiempos, Pekín ha firmado multimillonarios contratos de suministro con países como Arabi Saudí, Rusia, Venezuela, Angola, Irak o Sudán.
Hace justo un año, el régimen chino llegó a un acuerdo con Irak, cifrado en más de 2.126 millones de euros, para desarrollar y explotar el campo petrolífero de Ahdab durante los próximos 21 años. Dicho trato, que ya había sido apalabrado en tiempos de Sadam Hussein, preveía empezar con una producción diaria de 25.000 barriles para luego incrementarlos hasta los 125.000.
Pero, como China tiene que importar la mitad del petróleo que consume desde mediados de los años 90, no puede seguir dependiendo de la inestable región de Oriente Medio. Aunque el 45% del crudo que consume el «dragón rojo» procede de los países del Golfo Pérsico, donde destaca el 17% que aporta Arabia Saudí, Pekín se conectó en verano de 2006 al oleoducto de 1.200 kilómetros que enlaza con los yacimientos de Kazajstán, que surten cada día 190.000 barriles y le dan acceso a las reservas de Asia Central.
Además, confía en contar con un ramal del oleoducto ruso de 4.128 km que atravesará Siberia y bombeará 30 millones de toneladas (600.000 barriles diarios) desde el lago Baikal hasta la costa del Pacífico. Por si todo esto no fuera suficiente, ha intensificado sus contactos con Irán —el cuarto país con más reservas del planeta—, y Angola, que ya ha superado a Arabia Saudí como su primer proveedor de crudo, al tiempo que ha comprado miles de millones de euros en acciones de compañías de gas y petróleo en Kazajstán, Nigeria, Siria y Sudán. Con Venezuela, el plan consiste en llegar este año hasta el medio millón de barriles. Para 2012, el objetivo de Pekín es recibir un millón de barriles de crudo venezolano. Todo con tal de apagar la sed de petróleo de China.

No hay comentarios: