jueves, octubre 26, 2006

Lo peor de la sociedad

Si deseas llegar a ser un alto funcionario de este gobierno sólo debes desarrollar tres competencias. Fueron descritas hace unos 60 años por Friderich Von Hayek, premio nobel de economía en la década de los setentas y pensador político. Hayek las enunció para referirse al tipo de personas que buscaban los regímenes totalitarios.

La primera competencia es aceptar “todos los puntos de vista” del amado líder. Recuerda que sólo él está en contacto con la verdad acerca de las leyes de desarrollo de la sociedad y por tanto está exento de todo error. En éste sentido no te preocupes por estudiar, prepararte y ni siquiera pensar. Lo que importa en tu carrera política es tu capacidad para repetir siempre lo mismo del que es fuente de la verdad. Por eso es tan común que observes como todos los altos funcionarios hablan con lo mismos argumentos y hasta las mismas palabras (p.e.: “rodilla en tierra”, “imperialismo”, “golpista”, etc). Debes esforzarte por pensar poco.

La segunda competencia es ser dócil y sumiso. No importa que otras virtudes puedas desarrollar, lo más importante es obedecer y no contradecir nunca al líder: tenga o no la razón. Por eso es común observar como en un Aló presidente regaña en público a cualquier funcionario que luego dócil y sumisamente obedece. Lo que importa es no contradecir sus órdenes y cumplirlas tal como fueron mandadas. Debes tener una voluntad débil.

La tercera competencia es que trates de explotar tus vicios más negativos-el odio y la envidia- hacia los ricos y a los que les va bien en la vida. Sin esos vicios no te podrás sentir cómodo con los sentimientos de tus compañeros de lucha, ni podrás estructurar un discurso revolucionario. Por eso es común observar como en todo discurso revolucionario se desatan esos demonios, piensa por ejemplo en el discurso de Barreto en el Teresa Carreño refiriéndose a la clase media. Debes aplicar a tu vida el odio de clases: el motor de la historia según Marx.

Si logras desarrollar estas competencias sólo te queda estar dispuesto a hacer lo que sea por la revolución. Recuerda que el fin (la revolución) justifica los medios (calumniar, invadir, matar). No es raro por tanto, que los máximos líderes lo hayan hecho alguna vez, o al menos, estén dispuestos a hacerlo de ser necesario.

No te sabría decir si todos sus altos funcionarios son así, sin embrago te aseguro que un funcionario así llegará muy lejos. Y no te asombres si algunos dicen que nos gobierna lo peor de la sociedad- intelectual y moralmente- porque es verdad.

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