- Empecemos por llamar las cosas por su nombre.
El "registro biométrico" es un nuevo esfuerzo de Nicolás Maduro
por implantar en Venezuela la Tarjeta de Racionamiento cubana.
- Desde el punto de vista político se generó un
clima de necesidad con el "combate al contrabando", el cual
venía a justificar medidas económicas extremas como: el
cierre de la frontera y la tarjeta de racionamiento. Ambas "insostenibles"
e insuficientes; que dan sin embargo, “la sensación” de que el gobierno está haciendo algo contra la
escasez extrema que viven los venezolanos (más de 60% de escasez de los
productos de la cesta básica según Datanalisis)
- El problema de la escasez sigue siendo
atacado por sus consecuencias, dejando intactas las causas que la
ocasionaron. Sea en Venezuela, Cuba, el Antiguo Egipto o la Roma Clásica
la escasez es consecuencias de los controles de precios.
- Los controles precios son establecidos
con "fatal arrogancia" por algunos gobiernos que
sustituyen el mecanismo de mercado en la colocación de precios,
por oscuros mecanismos que originan precios desde la comodidad de un
ministerio, sin conocimiento “real” de los costos de las empresas y las
preferencias de los consumidores.
- El sistema de precios que produce el mercado
son señales que permiten el flujo eficiente, racional y óptimo de los
recursos y la información en la sociedad. La interrupción de este
mecanismo genera un desequilibrio entre la oferta y la demanda que se
manifiesta en la escasez.
- La escasez es inherente al socialismo, el cual
interviene el mecanismo de mercado generando colas, mercados negros y la desaparición
de los productos de los anaqueles.
- La solución socialista a la escasez es más
controles que generan más escasez: militarización de la economía (soldados
en el automercado, en las empresas o fronteras) o controles al consumo
como la tarjeta de racionamiento.
- En cualquier es responsabilizar al consumidor
o a empresario del problema, evadiendo así el Estado toda responsabilidad
de un problema del cual es culpable.
- El socialismo al no creer en la buena fe del
ciudadano y las posibilidades de su libertad, tiene una insaciable voracidad
por controlar más la vida de la gente. Con estos controles vendrán más amenazas
contra la propiedad, que es en el fondo el objetivo socialista y el culmen
del control.
- La Tarjeta de Racionamiento de Maduro será un
nuevo fracaso económico, aunque desde el punto de vista comunicacional más
de un inocente pensará en una nueva versión del Dakazo: el engaño es una especialidad socialista.
jueves, agosto 21, 2014
Tarjeta de Racionamiento en Venezuela
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